Milko Mieles se siente «desmoralizado». Hace más de tres meses que este hombre de 49 años se encuentra aislado por el coronavirus. Se contagió en abril y desde entonces dio 15 veces positivo en pruebas PCR.
Mieles estuvo primero internado el 17 de abril en el Hospital San Gerardo de la ciudad italiana de Monza y luego pasó por otros centros sanitarios antes de recalar a fines de junio en un centro de la Cruz Roja en Linate, cerca de Milán, destinado a personas que no tienen otro lugar para atravesar la cuarentena.
El hombre, un mecánico de la ciudad de Ferrara, sueña con «volver a abrazar pronto a su mujer y sus dos hijos», de 21 y 23 años, según declaró en una entrevista con el diario Corriere della Sera.
«Veo a los demás que se marchan, pero yo me quedo aquí. Estoy asintomático, pero el virus no se quiere ir», sostuvo este «preso» de la enfermedad.
«Ya se convirtió en mi amigo. Es mi amigo invisible», dijo con una mezcla de ironía y resignación. Italia es uno de los países europeos que más sufrió la pandemia, con más de 245.000 casos y 35.000 muertos.