
Ayer escuché a Daniel Scioli en el programa del periodista Juan Amorín Conflicto de intereses de Radio 10.
Estaba limpiando mi casa, pero en cierto momento dejé de hacerlo y me quedé escuchando, porque sentí que me estaba hablando a mi , a la madre , a la empleada , a la mujer peronista. Sí , porque soy consumidora de radio y últimamente vengo escuchando a varios personajes que se quieren candidatear, pero que no sólo no representan lo que uno quiere , sino que a las claras están en la personal , en la jodita de medirse quién es más peronista, quién es más militante , quién salió en más fotos , quién tiene la lapicera más grande. Y entonces pensé, escuchando la nota, que nos hablaba para que entendiéramos que no nos quería dejar afuera y que además , no quería medirse con nadie . Habló de su gestión como Embajador y del debate con Macri en 2015 , ese 2015 en el que a mi entender , muchos » peronistas » no lo votaron a Daniel y gracias a éso caímos en los 4 años que tiraron el trabajo maravilloso de una década ganada a la basura. Habló de las economías regionales y de las pymes , habló, como es habitual en él, de la esperanza.
Pero hay algo , quizás un término nuevo para mí, que me llamo la atención : Habló de la «militancia silenciosa «. Ese factor, repito, para ésta, una mujer común, una laburanta, una madre, fue maravilloso. Porque a veces desde el silencio se da mucho más por la Patria que a los gritos. El que se toma uno o dos bondis a la mañana día tras día en una rutina interminable para llegar a su trabajo , cumplir , salir cansado , con hambre, volver a ir a la parada de ese bondi con un único y potente deseo: llegar a casa , comer algo , estar con la familia descansar y repetir. Y no digo que los trabajadores y trabajadoras no tengamos deseos más rumbosos porque sí los tenemos , digo que en ese momento de salir de largas jornadas de laburo, queremos una única y sencilla cosa , volver a casa. Y también nosotros tenemos ideales , también nosotros queremos una Patria más justa libre y soberana , pero nuestra militancia es así, va con zapatillas gastadas , y con el tapper en el bolso , va con la sube a veces en negativo , pero va y va y desea que ésta, nuestra Argentina, crezca para que todas y todos podamos vivir mejor. Nuestra militancia es en los puestos de trabajo , en el chino de la otra cuadra , en el bondi repleto.
Porque no solo se milita sentándose a debatir en una unidad básica , se milita ayudando a un viejo que está perdido en Maipú y tiene que ir a PAMI, se milita , preguntando cuánto está el kg de tomate y si está caro que te lo compre tu abuela. Se milita poniendo el voto dónde hay que ponerlo , y se es peronista aunque no se lo grite en una marcha y con bombos.
La gente que se va a dormir agotada, con un ventilador que no da más y sueña que mañana prende un aire, también es militante . Esa militancia silenciosa de la que hablo Daniel y en la que me sentí representada y en la que ví muchos compañeros amigos, amigas que luchan diariamente aunque de forma inorgánica, quiero decir , sin estar dentro de una organización política .
Lo ideal es organizar al pueblo, que el pueblo participe y que se enrole en alguna de estas tantas organizaciones. Pero también he visto cómo en esas organizaciones piensan poco y nada en el trabajador o la trabajadora y piensan mucho en llegar a servirse del estado. Y ésto no es un llamado de atención a los militantes sino a los dirigentes. Los políticos tienen que pensar más en esa militancia silenciosa que vota y que al final del día es la que más representa los ideales peronistas.
Porque los argentinos no queremos ser EEUU, no queremos que nos vengan a imponer reglas desde afuera , los argentinos , por más que los medios nos quieran vender lo contrario estamos orgullosos de nuestro país. Acá queremos vivir y que nuestros hijos puedan vivir de la vocación que elijan . Estamos orgullosos de nuestra tierra , de nuestra música, de nuestro fútbol y sabemos que tenemos el país más Maravilloso del mundo , rico en recursos naturales y bellísimo por dónde lo miremos, de norte a sur, de este a oeste . Necesitamos que vuelvan a escuchar nuestro silencio . Que nos vuelvan a poner donde nos merecemos.
La militancia silenciosa no descansa y ojo, que cuando habla hace historia .
Por Lu