Sonia Hábalos trabaja en Trenes Argentinos Operaciones en el área de limpieza de la línea Mitre y su labor es fundamental para combatir el COVID-19. Gracias a su esfuerzo y el de sus compañeras y compañeros, los trabajadores esenciales viajan de la manera más segura.
El transporte público es la mayor preocupación del Gobierno, ya que allí se aglomera una importante cantidad de personas transportando a 1.500.000 pasajeros. A partir del 20 de marzo, se inició la primera etapa del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio dictado por Alberto Fernández, y esa ración disminuyó a 150.000.
La vida de Hábalos cambió por completo debido a la pandemia, tanto en lo laboral como en lo personal. “Soy una persona a la que le gusta mucho hacer deporte, por ejemplo ya no puedo salir todas las mañanas a ir a correr”, “Las comidas son distintas, ahora uno se tiene que arreglar con lo que tiene en la casa y hacer dieta para mantenerse saludable”, contó.
Desde la empresa se tomaron medidas de prevención, entre ellas, descontaminaron los espacios de trabajo para que el personal esencial pueda ejercer sus tareas con la seguridad de estar protegidos. También colocaron cartelería para concientizar sobre la importancia del distanciamiento social e intensificaron tareas de limpieza y desinfección en todas las formaciones cada vez que llegan a la estación de destino.
Hábalos detalló que desde la empresa les consiguieron todos los materiales necesarios como mamelucos; alcohol en gel; barbijos y productos para desinfectar. También les dieron antiparras para protegerles los ojos. “Estuvieron de maravilla porque se preocuparon por la gente y por el personal de limpieza”.
Se instalaron cámaras termográficas automáticas para controlar la temperatura de todas las personas que suben al tren en las estaciones cabeceras. Además, intensificaron el control en las estaciones intermedias con cámaras termográficas manuales. Es un sistema infrarrojo que puede identificar casos de personas con fiebre y así poder frenar a tiempo la circulación del Covid-19.
La última medida que se tomó, la dispuso el Gobierno nacional y el ministerio de Salud: realizar testeos rápidos en Plaza Constitución, Retiro y Once. Esto permite medir cómo avanza la pandemia entre la comunidad. El resultado no sirve para diagnóstico, lo único que mide es si la persona estuvo en contacto con el virus hace algunos días y si se le activó los anticuerpos.
En cuanto a los servicios de trenes metropolitanos hubo cambios: Trenes Argentinos Operaciones brindó nuevos cronogramas especiales en las líneas Roca, Mitre, San Martín, Sarmiento y Belgrano Sur. Los de larga distancia con destino a: Mar del Plata, Bahía Blanca, Rosario, Córdoba, Tucumán, Bragado y Junín se suspendieron y se hizo una devolución al 100% de los pasajes.
De 23 mil trabajadores que tiene la empresa, un 27% está realizando sus tareas desde casa: 1134 son mayores de 60 años, 1704 grupo de riesgo, 143 embarazadas y parejas, 874 hijos e hijas menores, teletrabajo 992.
Pero también hay trabajadores, como Hábalos, que no pueden quedarse en casa y corren el riesgo de contagiarse al viajar en el transporte público. “Me daba un poco de miedo durante las dos primeras semanas, hasta que el cuerpo médico de la empresa nos informó y explicó las medidas de precaución que teníamos que tener dándonos seguridad. Gracias a ellos no entré en ninguna psicosis”, “A medida que fue pasando el tiempo me fui calmando y ahora lo tomo con normalidad, con mucho respeto al virus y con mucho cuidado”, detalló.
Se organizaron los turnos para poder cubrir todas las tareas de desinfección en estaciones y trenes, ya que su trabajo es de gran importancia ante la pandemia. “En este momento trabajamos con cuadrillas, cada media hora se hace una limpieza profunda, se desinfecta a fondo los trenes, molinetes, pasamanos, boleterías y baños públicos”, explicó la trabajadora.
Desde el 6 de abril es obligatorio el uso de barbijos caseros o tapabocas y nariz para viajar en el transporte público. También es necesario tener el Certificado Único Habilitante para Circulación (CUHC), ya que en las estaciones se hacen controles que están a cargo de las fuerzas de seguridad.
Hábalos hizo hincapié en que la empresa se preocupa por la seguridad de sus trabajadores. “Todos los días nos entregan un mameluco que se usa y luego se descarta, junto a los guantes los barbijos y el alcohol en gel”. Y concluyó: “Deseo que pase todo esto y que la Argentina esté en paz”.
Agustina Quiroga