Luego de que se detectara el faltante de una gran cantidad de municiones, el suboficial a cargo de custodiar el arsenal se presentó a dar declaraciones con el cargamento, el cual estaba conectado a la batería del vehículo. Se desconoce si quería suicidarse o hacer explotar la entrada del regimiento.
El pasado viernes, el Ejército Argentino, mientra hacía un recuento de balas, detectó el robo de más de 25 mil kilos de municiones de fusil automático (FAL) calibre 7,62 mm, que fueron sustraídas del batallón de Ingenieros de Montaña 6, ubicado en la provincia de Neuquén. Fue detenido un suboficial que estaba a cargo de la custodia de ese arsenal.
Tras la denuncia del faltante de una gran cantidad de municiones, el suboficial fue citado al regimiento para brindar declaraciones, quien al llegar al lugar a bordo de su camioneta y someterse al interrogamiento, sufrió una descompensación y se desmayó. Tras esto y luego de insistir de ser trasladado en su vehículo, sus superiores se lo negaron y lo enviaron detenido hasta un hospital cercano, donde confesó que había cargado el rodado con Trotyl (Trinitrotolueno) y que el explosivo estaba conectado a la batería del vehículo.
Esto último fue constatado por agentes de la Policía Federal, y se desconoce si el hombre quería suicidarse o destruir el regimiento. Por fortuna, un equipo antibombas de esta misma fuerza de seguridad pudo detonar el artefacto de forma controlada, y la situación no pasó a mayores.
La instigación cayó en manos del Juzgado Federal N° 2 de Neuquén, a cargo de Gustavo Villanueva.
