En su última actualización epidemiológica sobre el coronavirus, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó que 200.000 mujeres embarazadas contrajeron la Covid-19 en las Américas desde el comienzo de la pandemia. De este total, al menos 1.000 murieron por complicaciones del virus. Esto reactualizó el debate sobre la necesidad de considerar la gestación como una condición de riesgo en sí misma que justifica la vacunación prioritaria contra SARS-CoV-2.
En febrero de este año, la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn) recomendó al Ministerio de Salud de la Nación “excluir el concepto de contraindicación para la vacunación contra la Covid-19 para embarazadas, mujeres en periodo de lactancia, personas inmunocomprometidas o con enfermedades autoinmunes”. Esto habilitó la vacunación para este grupo poblacional siempre y cuando presentaran un riesgo de exposición alto al coronavirus.
La CoNaIn aclaró que la inmunización es viable en tanto “la plataforma de la vacuna utilizada no sea a virus vivos y atenuados”, como la “Sputnik V”.
Así, la Provincia incluyó como prioridad en el esquema de vacunación a las embarazadas y lactantes que formaran parte del personal de salud, personal estratégico, docente y no docente.
A su vez, Ana Tabuenca, jefa del Banco de Leche Materna del hospital San Martín de La Plata, aseguró que la noticia fue muy bien recibida por las trabajadoras consideradas esenciales que atravesaban el embarazo y la lactancia: “Muchas mamás médicas, enfermeras, psicólogas y demás trabajadoras de la salud querían vacunarse y no se lo permitían. Y las alternativas eran omitir que amamantaba o, incluso, pensaban en destetar, algo que desaconsejábamos absolutamente”.
Estudios científicos alrededor del mundo aseguran que las embarazadas que fueron inoculadas pueden transmitirle inmunidad natural pasiva a sus bebés, una situación que se replica en la lactancia. Es decir, la vacunación contra la Covid sería beneficiosa para el adulto y el niño.
El turno de todas
En el marco de la inmunización de embarazadas y lactantes, días atrás la cartera de Salud bonaerense comenzó a llamar por teléfono a las personas gestantes con diabetes y otros factores de riesgo para Covid-19 a fin de informarles que serán priorizadas para la vacunación.
Hacia el 28 de mayo, según datos suministrados por el Ministerio de Salud, en Buenos Aires había 17.342 embarazadas inscriptas y 3.400 vacunadas. En tanto, en las últimas semanas el número de personas inscriptas, de este grupo poblacional, comenzó a subir exponencialmente.
Aunque oficialmente no está confirmado, es esperable que en las próximas semanas la Provincia tome la determinación de incluir a todas las embarazadas y mujeres lactantes como grupo de riesgo y, así, darle prioridad en el esquema de vacunación independientemente del grado de exposición que estas personas tengan frente al SARS-CoV-2.