“¿Era necesario que el presidente, que cualquier presidente y no solo Alberto, diera una entrevista de más de tres horas, repito, tres horas, en un canal y en un programa tan sesgado que, en general, se usa para destruir a opositores, fiscales, jueces y periodistas críticos?”,indagó anoche el operador ultramacrista en su programa que transmite LN+.
Luego de decir que “el extenso reportaje no le sirvió ni a él, ni al Gobierno ni al país”, agregó que “ningún jefe de Estado del mundo responde preguntas durante tres horas. A menos que sea Nicolás Maduro, y las tenga completamente negociadas”.
Majul definió al programa que conducen Luciana Rubinska y Roberto Funes como un “programa de formato un tanto superficial y con pretensiones humorísticas”, por lo que al haberse hecho presente en el estudio “está emitiendo señales no muy positivas. Una de ellas es: “me sobra el tiempo”. Señal no recomendable en el medio de la pandemia, donde no le debería sobrar el tiempo ni a él, ni a nadie”.
“Alberto Fernández debería haber pensado dos veces la asistencia a semejante programa, en semejante contexto, porque quedó en evidencia la falta de profesionalismo del reportaje, al no preguntar, o no darle la posibilidad de responder, preguntas de rigurosa actualidad”, prosiguió el operador macrista.
La realidad es que Majul no le perdona a Alberto Fernández que haya rechazado ofrecerle una entrevista para su debut en la señal de LN+ hace cinco meses y haya ido al Sobredosis de TV.
La realidad es que Majul no hace periodismo, opera.
