El Gobierno Nacional ya está afinando los últimos detalles del proyecto de ley de Reforma Judicial, que entrará al Congreso a través del Senado en los primeros días de esta semana. Debido a la composición y al peso ponderado que ostenta el oficialismo en ambas cámaras, en Diputados es donde estará la gran batalla por aprobar la reforma que interesa tanto a Alberto Fernández, debido a que fue una de sus principales promesas ante la Asamblea Legislativa, como a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El proyecto no ingresó por Diputados debido a que las autoridades de los distintos bloques que componen Juntos por el Cambio le advirtieron al presidente de la Cámara, Sergio Massa, que no lo debatirían de manera remota.
Por ese motivo, se decidió que la Reforma Judicial ingrese por la Cámara de Senadores, donde el oficialismo tiene, sumando a los aliados de distintas provincias, un pequeño margen para aprobar el proyecto. Como aún no se conoce la letra chica del proyecto, existe una importante expectativa, y en algunos casos preocupación, respecto a las modificaciones que el mismo pueda tener en materia de justicia federal.
El esqueleto del proyecto parte de una reforma que redactó el actual secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, quien se desempeñó como ministro de Justicia durante la presidencia de NeÅ›tor Kirchner. También habría participado de la redacción del mismo la actual secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra.
Pese a estos detalles, desde la oposición aseguran que hasta no ver los detalles del proyecto no se puede saber hasta dónde quedó afuera de su redacción la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien desde que asumió su cargo disparó severas críticas al funcionamiento de la Justicia, en particular al de los tribunales de Comodoro Py.