Con el objetivo de frenar el avance del coronavirus , el primer ministro de Jaón, Yoshihide Suga, declaró el estado de emergencia en la capital nipona Tokio y en su periferia.
En una reunión con especialistas, el mandatario japonés justificó su decisión porque «se teme que la rápida expansión del nuevo coronavirus en todo el país tenga un importante impacto en la vida de sus habitantes y en la economía».
Esta medida empezará a tener vigencia a partir del viernes y durará un mes. Que Tokio haya sido seleccionada para que se declare el estado de emergencia tiene que ver con que esa ciudad, que concentra a 37 millones de personas, registra la mayoría de los nuevos contagios de coronavirus a nivel nacional.
Entre las consecuencias de esta decisión se encuentra la imposibilidad de los bares de seguir sirviendo alcohol después de las 19 y de tener que cerras sus puertas a las 20.
Además, desde el Ejecutivo le solicitaron a sus ciudadanos que no salgan si no es necesario y que se trabaja desde casa para reducir los desplazamientos en un 70%.
No hay modificaciones para las escuelas, que seguirán abiertas y continuarán los eventos públicos, pero con una capacidad máxima de 5.000 personas.
En las últimas 24 horas se detectaron 6.100 nuevos casos de coronavirus, que significa un récord desde que comenzó la pandemia.
Según la Universidad Johns Hopkins de los Estados Unidos, Japón cuenta con 267.065 casos de coronavirus, de los cuales 3.649 fallecieron y 210.295 se recuperaron.
Por otro lado, En China diez de las autopistas que conducen a la ciudad de Shijiazhuang, unos 300 kilómetros al sur de Beijing, fueron cerradas y una terminal de colectivos fue clausurada como parte del esfuerzo por evitar que el virus se propague fuera de esta urbe de Hebei.
