Los fiscales federales de Lomas de Zamora Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide pidieron hoy las indagatorias del ex titular de la AFI Gustavo Arribas, de su ex número dos, Silvia Majdalani, y del ex secretario presidencial Darío Nieto en el marco de una causa por espionaje ilegal contra políticos, gremialistas y periodistas.
Segú fuentes judiciales, los fiscales hicieron la presentación ante el magistrado federal de Lomas de Zamora Juan Pablo Augé, por el delito de «asociación ilícita».
Se trata de la mega causa de espionaje ilegal que involucra tareas sobre dirigentes políticos como Cristina Kichner y Horacio Rodríguez Larreta, además de dirigentes gremiales como Pablo y Hugo Moyano, y periodistas.
Arribas y Majdalani ya estaban procesados por el espionaje ilegal sobre la vicepresidenta en su departamento de Recoleta y el Instituto Patria, pero ahora los fiscales pidieron que sean citados por el espionaje que no sólo tuvo como víctimas a dirigentes de la oposición sino también a dirigentes del macrismo, como Rodríguez Larreta y Diego Santilli, jefe y vice de Gobierno porteño, respectivamente.
«Consideramos que los nombrados conformaron una organización criminal construida desde el propio aparato del Estado Central, en especial desde el Poder Ejecutivo Nacional y una de sus dependencias directas, la Agencia Federal de Inteligencia», sostuvieron los fiscales, para quienes el objetivo era «determinar los movimientos de las víctimas con el objetivo de establecer cuáles eran sus estrategias, tendencias e inclinaciones políticas».
Sobre Arribas y Majdalani, establecieron que «las órdenes que impartieron a sus agentes y las actividades que ellos realizaron fueron justamente las que la propia ley prohíbe realizar, esto es, obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas, por el solo hecho de su raza, fe religiosa, acciones privadas, u opinión política, o de adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales o laborales, así como por la actividad lícita que desarrollen en cualquier esfera de acción».
«Eran ellos los que dominaban y detentaban el poder sobre toda la estructura institucional de la Agencia Federal de Inteligencia, y a quienes reportaban el resto de los imputados», evaluaron.
«Estas tareas también tuvieron como objetivo a personas que cumplían funciones relevantes dentro del partido político del oficialismo, de funcionarios públicos con los máximos cargos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como ser Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, o en el Congreso de la Nación, como Emilio Monzó y Nicolás Massot, entre otros», agregaron en la acusación.
Según la acusación, «los seguimientos y la obtención de información respecto de los nombrados fue de tal intensidad que se convirtió en una práctica cotidiana para la organización».
«Si bien dentro de la estructura de la AFI la dirección de esta empresa ilegal provenía principalmente de Gustavo Arribas y de Silvia Majdalani, también se encuentra probado que los agentes tenían una línea de vinculación con otros funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional, específicamente funcionarios 160 dependientes de Presidencia de la Nación, con los que compartían parte del flujo de información producto de estos espionajes», dijeron los fiscales en relación a Susana Martinengo, una ex secretaria que trabajaba en Casa Rosada durante el macrismo y de quien se acreditó que tuvo reuniones con algunos de los agentes en ese lugar entre mediados de 2018 y principios de 2019.
En ese sentido hicieron referencia a que Martinengo pretendía lanzarse a una candidatura política y para ello se reunía con algunos de los espías, así como con el secretario Nieto, y hasta hubo reuniones con el barra brava de Boca Juniors Rafael Di Zeo en la oficina que todos llamaban «La cueva» sobre la calle Pilar.
«Se vislumbra con claridad una vía adicional de para el flujo de la información de inteligencia ilegal entre algunos de los agentes de la AFI y otros funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional, quienes se valían de informes elaborados por los agentes para determinar distintos lineamientos y estrategias políticas», concluyeron los fiscales.
En cuanto a Nieto, entendieron que recibió algunas de las informaciones que le envió Martinengo y éste sabía de la existencia de la secretaria y de los hechos investigados, esto es, el espionaje ilegal: sobre ello hacen referencia a anotaciones que le han secuestrado en el allanamiento pero también que algunos mensajes de su celular de intercambio de mensajes con Majdalani fueron borrados.
Por último, los fiscales reclamaron la ampliación de indagatoria de Martinengo, así como de los ex espías investigados muchos de los cuales junto a la ex secretaria habían sido detenidos al comienzo de la investigación para luego ser liberados.