La familia de María, una abuela mendocina de 71 años, pasó horas de angustia por un error de la clínica donde la señora estaba internada. Desde el lugar llamaron para avisar que había fallecido por causa de la Covid-19, pero no pudieron verla por protocolo, entonces realizaron el sepelio a cajón cerrado.
Horas más tarde y en medio de la angustia, la familia recibió un nuevo llamado del nosocomio diciendo que María estaba esperando noticias de sus hijos y sus nietos, ya que desde que había quedado internada no los había vuelto a ver.
“A la madrugada recibimos el llamado con la noticia de que mi abuela había fallecido, y en su acta de defunción dictaba fallecida por Covid-19, entre otras. Con todo el dolor del alma, ese mismo día la enterramos, sufriendo el trauma y el dolor de esa situación”, relató Shirley Hernández, una de las nietas.
Tras el llamado, uno de los hijos pudo ingresar a la clínica a verla y encontró a María en buen estado de salud, caminando por la habitación. Sin salir del asombro, la joven hizo público el caso a través de las redes sociales y cuestionó: “¿Cómo puede ser que esto suceda en una clínica? ¿Cómo puede ser que jueguen así con los sentimientos de una familia?”.
