Luis Majul fue una de las espadas periodísticas del macrismo. Durante cuatro años, mediante oscuras operaciones, el periodista fue una pata fundamental de las tareas de espionaje y los aprietes llevados a cabo por Cambiemos.
“Pirincho” Majul utilizó material recabado por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en sus programas. Un ejemplo de ello fueron los audios entre Cristina Fernández y Oscar Parrilli obtenidos, según datos aportados anoche por C5N, por un pedido de Gustavo Arribas (“Señor Cinco”) y con la autorización de la jueza federal Servini de Cubría.
La magistrada ordenó expresamente destruir esas escuchas, ya que no había elementos para iniciar una causa. Sin embargo, esos audios terminaron en manos del periodista.
Tras ser peritados los teléfonos de algunos de los espías, hay decenas de mensajes cruzados sobre las operaciones que después salían a la luz en el programa de “Pirincho”.
Diego Vera, abogado de Mercedes Funes Silva y Mariano Flores, dos de los espías acusados, había señalado semanas atrás que sus defendidos realizaban tareas que “eran parte de la producción” del programa televisivo del periodista a pedido de Alan Ruiz, en ese momento jefe de Operaciones de la AFI.
El letrado detalló que “ellos le pedían a un agente un dato. Luego toda la información completa aparecía en el programa”.
