En la sucursal Retiro de Coto obligaron a trabajar a un empleado con síntomas de coronavirus.
El trabajador, pidió ser hisopado y se lo negaron. Luego contagió a su familia y su esposa finalmente falleció.
Los trabajadores de la sucursal Retiro denuncian que «el empleado, manifestó síntomas, pero era obligado a concurrir a su lugar de trabajo de todas formas. El trabajador pedía ser hisopado y aislado por miedo a contagiar su familia.Su esposa contrajo coronavirus y finalmente falleció. «La mujer no tenía condiciones de riesgo y era madre de una niña.
Esta no es la primera vez que Coto juega con la salud de sus trabajadores, lo ha hecho en otras ocasiones, negándose a querer cerrar sucursales que presentan empleados con coronavirus, obligándolos a trabajar y, dejando a la buena de Dios, a los empleados que asisten a las clínicas de la ART.
